WAMBA, Vuelve a Pampliega. |
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Dibujo: Germán Lafont |
Publicación en Julio de 2017 |
El Cabildo de la Catedral de Burgos reclama a Toledo los restos mortales del rey Wamba para darles sepultura en la iglesia Parroquial de San Pedro de Pampliega. |
Breve reseña sobre la reclamación de Pampliega (Burgos) sobre los restos mortales de Wamba.
1º- WAMBA EN PAMPLIEGA
En el año 300 d.C. mueren en Pampliega San Onilio y San Vicente soldado, y en el 594 Recaredo funda un monasterio dedicado al mártir local San Vicente.
El año 672 Wamba es obligado a aceptar el cetro de los godos en Toledo, ocho años después es traicionado, envenenado y tonsurado en Toledo, retirándose al monasterio de Pampliega, junto con el conde Alberto y el arzobispo de Toledo Quirico.
Wamba es sepultado en el monasterio de Pampliega el año 688.
El año 711 los sarracenos incendian este monasterio, pero no encuentran la sepultura de Wamba, que se encontraba fuera de la Ermita, en el cementerio.
En 1274 Alfonso X manda cavar la tumba de Wamba por la noche, ordenando su traslado a Santa Leocadia de Toledo.
2º- WAMBA EN TOLEDO
El año 1808, las tropas francesas expolian las tumbas de Wamba y Recesvinto en Toledo.
En 1845 la Comisión de Monumentos de Toledo inspeccionó los Sepulcros, deposita los restos reales en una urna y efectúa su traslado a la Catedral de Toledo.
Varios historiadores requieren de la Catedral de Toledo la sepultura definitiva de ambos Reyes, y en 1920 la Comisión Provincial de Monumentos comunica a la Real Academia de la Historia, que “El Gobierno de la reina Isabel II dispuso que quedaran en depósito en la Catedral, hasta que se dispusiera el sitio en que habían de quedar sepultados definitivamente.”
En virtud del fracaso que ha tenido esta Comisión y por un sentimiento de caridad cristiana ha acordado dirigirse a esa docta Academia rogándole que interponga sus valiosos oficios para conseguir dar descanso decoroso a esos venerables restos.”
3º- SITUACION ACTUAL.
En 2014 el Ayuntamiento de Pampliega solicita a la Catedral de Toledo la devolución de los restos de Wamba “con la finalidad de darlos sepultura definitiva en la iglesia Parroquial de Pampliega” respondiendo Toledo que no ha aceptado la petición en base a los siguientes argumentos:
1º “para la iglesia Católica, los restos de personas veneradas no están sepultados sino expuestos a la devoción, a la admiración y el respeto máximo, contemplados con recogimiento y fe”
Sin embargo, la reina Isabel II dispuso que debían ser sepultados, por lo que el mandato real sigue sin acatarse después de 170 años.
Además, la exposición de la urna, en el Museo de la Santa Cruz, no fue en un lugar de devoción, de recogimiento, ni de fe.
2º “la ubicación de los restos del Rey Wamba en Toledo es una situación histórica y jurídica consolidada desde 1274… situación “de facto” y “de iure” nunca contestada”
Pero Alfonso X trasladó los restos de Wamba a Santa Leocadia para sepultarlos, no a la Catedral para exponerlos.
No es una situación jurídica, porque en este asunto no ha intervenido ningún juez.
No es una situación consolidada, porque la reina Isabel II dispuso que debían ser sepultados.
Y si ha sido contestada, por la Comisión de Monumentos y por el Ayuntamiento de Pampliega.
3º “se encuentran en Toledo, la ciudad que fue capital del reino visigodo.”
Sin embargo, Wamba fue coronado rey en Toledo, a la fuerza, en Toledo fue envenenado y desterrado, por lo que Wamba prefirió irse a Pampliega, Alfonso X se llevó los restos de Wamba a Toledo en contra de su voluntad y en Toledo fue saqueada su tumba por los Franceses.
4º Por último, Toledo alega que “son muchos los restos de santos y personajes históricos que no se encuentran en el lugar original de sepultura.”
Pampliega solo desea dar cumplimiento a la última voluntad de Wamba, que fue la de reposar sepultado en el lugar donde pasó los últimos y mejores años de su vida.
Con estos argumentos el Cabildo de la Catedral de Burgos solicitó al de Toledo, en enero de 2016 Burgos que “tenga a bien conceder los restos del Rey Wamba, … para que sean colocados en la Iglesia Parroquial de San Pedro Cátedra de Pampliega”.
Por tanto, hoy día, el promotor de la solicitud no es el Ayuntamiento de Pampliega, sino la Catedral de Burgos, y transcurrido más de un año, seguimos esperamos la respuesta de Toledo.
Pampliega a 22 de enero de 2017. (San Wamba en Calendario de Santos de don J.M. de la Fuente)
Germán Lafont Mateo, autor del informe “Razones que pudieran recomendar el regreso de los restos del Rey Wamba desde la Catedral de Toledo a la Iglesia de San Pedro de Pampliega, lugar elegido por el para su descanso eterno.”
Diario de Burgos de 25 de enero de 2017 |
http://www.diariodeburgos.es/Noticia/Z58EF0F50-B7B9-9AA6-3622C01431ECF786/Pampliega-pide-reliquias-de-Wamba |
DIARIO DE BURGOS. Pampliega pide reliquias de Wamba I.P. - miércoles, 25 de enero de 2017 A la derecha, el monolito que Pampliega dedica al rey visigodo en un espacio desde el que se puede ver la iglesia de San Pedro. - Foto: G.L. Provincia El rey godo murió en el año 688 en la localidad, donde se había refugiado tras ser obligado a renunciar a la corona. Alfonso X, en el siglo XIII, ordenó su traslado a Toledo El Ayuntamiento de Pampliega y el Arzobispado de Burgos han reclamado a la Diócesis de Toledo el regreso de los restos del rey visigodo Wamba, que actualmente están en la Catedral de la capital manchega. No es la primera vez que se hace esta demanda, pero en esta ocasión está respaldada por un acuerdo plenario y con un informe preparado por Germán Lafont, arquitecto y gran conocedor de la historia
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HISTORIA | REIVINDICACIÓN Pampliega reclama las reliquias de Wamba a la Diócesis de Toledo. El rey godo murió en el año 688 en la localidad, donde se había refugiado tras ser obligado a renunciar a la corona. Alfonso X, en el siglo XIII, ordenó su traslado a la capital manchega • A la demanda municipal se ha unido la Diócesis de Burgos y otras autoridades eclesiásticas. El Cabildo toledano ya ha denegado una vez la petición «como custodio de los restos». I.P. / BURGOS El Ayuntamiento de Pampliega y el Arzobispado de Burgos han reclamado a la Diócesis de Toledo el regreso de los restos del rey visigodo Wamba, que actualmente se encuentran en la Catedral de la capital manchega. No es la primera vez que la Corporación municipal de esta localidad del Arlanza hace esta demanda, pero en esta ocasión se ha hecho respaldada por un acuerdo plenario y con un informe preparado por Germán Lafont, arquitecto y gran conocedor de la historia de la localidad, plasmada además en varios libros.
A la derecha, el monolito que Pampliega dedica al rey visigodo en un espacio desde el que se puede ver la iglesia de San Pedro. / FOTOS: G.L. Entre los principales motivos que Pampliega argumenta están los propios deseos de Wamba y que la reina Isabel II mandó trasladar los restos desde Santa Leocadia a la Catedral de León hasta que recibieran sepultura definitiva, mandato que no se ha cumplido, ya que los restos no están sepultados, sino que permanecen en una arqueta en el Ochavo de la Seo. De hecho, explica Lafont, hace unos años, fue expuesta con motivo de una muestra sobre San Ildefonso en la capital toledana. Y es que, como describe la historia, fue Alfonso X quien en el siglo XIII mandó trasladar desde Pampliega a Toledo los restos de Wamba, porque la localidad burgalesa no contaba entonces con una iglesia donde acoger la sepultura del rey godo, situación subsanada a posteriori, se cree, incluso, por el rey Sabio quien puso mandar construir la iglesia de San Pedro para dicho fin. En ésta, los vecinos estarían orgullosos de tener los resto del rey que eligió su localidad para vivir sus últimos años. La Corporación municipal actual, como otras que le precedieron, ha defendido el retorno de Wamba. Ya en julio de 1980 se reclamaron argumentando que «en Toledo no se conservan las condiciones deseables». En 2014, el Ayuntamiento presidido por Pedro Oma, retoma el asunto y encarga un informe a Germán Lafont y en marzo solicita formalmente a Toledo los restos, petición a la que no hay contestación, remitiendo de nuevos unos meses más tarde otro requerimiento. El Cabildo de la Seo de Toledo contestó a éste segundo informe en julio de ese año, en el que deniegan la solicitud de Pampliega y manifestando que pese a valorar el interés que muestran por el rey Wamba, «les comunicamos que el Cabildo no ha aceptado positivamente la petición de traslado de sus restos a Pampliega por considerar que es él y la Santa Iglesia Catedral Primada los custodios históricos de los restos del rey Wamba». Ante esta contestación, el Ayuntamiento no se rinde y encarga un estudio más completo a Lafont, quien hace llegar sus informe a distintas personalidades, que les han remitido su opinión, aportado ideas y consideraciones y mostrando su apoyo a esta reclamación, entre ellos, el anterior párroco del pueblo, el obispo de Ciudad Rodrigo, o el Deán de la Catedral de Salamanca, que muestra su deseo de apoyar la reivindicación y hace hincapié en que si no es posible lograr todos los restos, sí al menos pueda traerse alguna reliquia insigne para venerar. CABILDO DE LA CATEDRAL. Germán Lafont también hizo llegar el informe a los responsables del Cabildo de la Catedral de Burgos, quienes a su vez, a comienzos de 2016 solicitaron, a través de un escrito remitido a Toledo, que accediera a la petición de Pampliega, asegurando que ésta se siente deudora de la historia e incidiendo en la devoción al rey. Argumentaba además que la parroquia y el Consistorio no pretenden otra cosa que recuperar los restos «para rememorar su memoria, ensalzar sus virtudes y hacerle el honor de incluirle en la historia local y provincial ». «Con este motivo, ruego que el Cabildo que usted dirige tenga a bien conceder unas partes de los restos del rey Wamba, depositados en la Catedral de Toledo, para que sean colocados en la iglesia de Pampliega. Deseo que comunique al Cabildo que los restos que tenga a bien conceder a esta humilde comunidad parroquial serán custodiados y considerados como un elemento fundamental de su tradición cristiana y la fe que desean trasmitir a sus descendientes », escribía el delegado de Patrimonio, Cultura y Arte del Arzobispo de Burgos. Arqueta de madera y terciopelo con los restos, en dos apartados, de ambos reyes. Para Ignacio Cob, concejal de Cultural, el objetivo es recuperar los restos desaparecidos, pero añade que es un tema que trasciende al Ayuntamiento y que se trata de aunar voluntades, algo que Pampliega desea y que está dispuesta a facilitar para un acuerdo. «Recuperar esos retos sería un orgullo porque es recuperar parte de la historia», y añade que «estarían bien cuidados». Pampliega, insiste, se conformaría con alguna reliquia. «No vamos a entablar ninguna batalla por la totalidad de los restos, pero si queremos conservar parte de ellos», concluye.
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PAMPLIEGA | REIVINDICACIÓN ANTE LA DIÓCESIS DE TOLEDO WAMBA SE SUBE AL ESCENARIO Aprovechando la representación de ‘Wamba, dolor y muerte del rey godo’ en Madrid, el director Jon Sarasti invita al historiador German Lafont y al edil Ignacio Cob a explicar las razones que llevan a Pampliega a reivindicar sus restos I.P. / BURGOS La reivindicación de la localidad de Pampliega a la Diócesis de Toledo para que regresen a orillas del Arlanza los restos del rey visigodo Wamba, ha trascendido las fronteras burgalesas y se han hecho oír desde donde mejor llegan las palabras al público: el escenario. Todo ha sido por casualidad, pero gracias a ella, la demanda de este pueblo burgalés está más cerca de Toledo, lo que no significa, en todo caso, que haya llegado a los oídos de quien tienen que tomar la decisión sobre el asunto. La historia es que aprovechando la representación en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid de Wamba, dolor y muerte del rey godo, dirigida por Jon Sarasti y en la que el actor Luis Turel se explaya en un largo e intenso monólogo, el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Pampliega, Ignacio Cob, y el arquitecto Germán Lafont, que ha sido el autor de los informes que acompañan la petición municipal a las autoridades eclesiásticas toledanas, se acercaron hasta el centro museístico para ver y disfrutar de la obra que tiene como protagonista al rey que vivió en la localidad entre los años 680 y 688.
De izquierda a derecha, Jon Sarasti, Ignacio Cob, Luis Turel (recién terminado el monólogo de Wamba) y Germán Lafont. / DB Cob explicó al público las razones históricas y sociales que avalan la petición de Pampliega Lafont y Cob no perdieron la ocasión, ya que estaban presentes, de explicar a Sarasti y Turel la vinculación de Wamba con su pueblo y la aventura en la que el Ayuntamiento se ha metido al reivindicar que los restos del rey, si no todos, parte de ellos, depositados en una arqueta junto a los del rey Recesvinto en la Seo de Toledo, regresen a Pampliega para ser enterrados en la iglesia, tal y como era el deseo del propio rey. Sarasti y Turel invitaron a ambos a subir al escenario una vez acabada la representación y hacer partícipes a los asistentes de esa ‘batalla’ burocrática en la que se ha metido la localidad. Y así fue; el edil Cob se subió al escenario y relató la vida del rey en Pampliega a donde se traslado desde Valladolid, tras ser derrocado y torturado, para vivir sus últimos años en el monasterio de San Vicente. Pero no solo eso, sino que explicó las razones históricas y sociales que avalan la solicitud del retorno de dichos restos, que los vecinos recibirían con los brazos abiertos, por la vocación que se le profesa, y serían depositados en la iglesia, un lugar digno, ya que se entiende que en Toledo no están enterrados, sino expuestos. AGRADECIDOS. Como no podía ser de otra manera, Ignacio Cob fue escuchado con atención y logró empatizar con el público asistente. No faltaron para dejar constancia del momento las fotos de rigor con Jon Sarasti y Luis Turel, así como el agradecimiento por la oportunidad brindada de hacer llegar esta reivindicación de Pampliega hasta la capital madrileña. Aunque Jon Sarasti y Luis Turel no son tan populares como otros profesionales del sector, sí tienen un importante prestigio dentro del ámbito teatral. Sarasti, licenciado en arte dramático y escenografía y licenciado en filosofía y letras, ha sido director del Aula de Teatro y director del Postgrado de Dramatización de la Universidad del País Vasco. Es igualmente, profesor de Interpretación Teatral e imparte talleres de Narración oral y de Teatro en diferentes instituciones como la Casa Encendida, la Universidad de Alcalá o la Biblioteca Nacional. Desde 2003 dirige la empresa Galápagos, especializada en didáctica de los museos, espectáculos infantiles y de títeres. Entre otras cosas, dirige este monólogo en el Arqueológico, sin descuidar su blog de crítica teatral. Luis Turel, por su parte, ha aparecido en varios episodios televisivos de series como El comisario, C.L.A., No somos ángeles o La que se avecina. Tiene más de 10 años de experiencia teatral con montajes como La Mordaza, La Malquerida, Una noche en su casa, señora, De Madrid... al cielo, Historia de una escalera. También ha participado como monologuista en diversas salas de Madrid, y en el programa de radio Te doy mi palabra (Onda Cero), con Isabel Gemio, como actor y guionista. En cine ha hecho Mal de tiempo de Pablo Marín Escudero, dirigido por Pablo Marín Escudero, y Trompetas, por Damián Ortego.
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CYL-HISTORIA WAMBA Pampliega (Burgos) lucha por recuperar los restos "expoliados" del rey Wamba La Vanguardia. 19/02/2017 10:47 Burgos, 20 feb (EFE).- La figura del rey visigodo Wamba (646-688) ha estado siempre muy viva en la memoria de los vecinos del municipio burgalés de Pampliega, quienes históricamente han denunciado lo que a su juicio es un "expolio" con connotaciones de afrenta: el traslado de los restos de su rey a Toledo en 1274. Con nocturnidad y alevosía, apuntan los vecinos, el rey Alfonso X El Sabio dio orden de trasladar a Wamba, enterrado en el Monasterio de San Vicente de Pampliega, a pesar de las protestas del pueblo. "Vimos que en el lugar no había monasterio ni iglesia como le convenía", recogen documentos de la época, y los restos del godo se enviaron a Santa Leocadia del Alcázar (Toledo). Pero esta reflexión sólo es cierta en parte, ha asegurado a Efe Germán Lafont, experto responsable del informe que ha acompañado a la última reclamación oficial de los restos realizada por Pampliega. La invasión sarracena en el 711 incendió el monasterio, pero no consiguió encontrar a Wamba, cuyos restos estaban sepultados en el suelo del cementerio, a la entrada de la ermita. En Pampliega, Wamba estuvo a salvo, pero no así en Toledo, donde sus huesos fueron al parecer saqueados por las tropas francesas en 1808, lo que obligó a su traslado a la Catedral, ha apuntado. Esta es una de las muchas razones que esgrimen en el pueblo para solicitar la vuelta de 'su rey', y razones, sobre todo históricas, no les faltan, en opinión de Lafont. El marzo de 2014, el Ayuntamiento de Pampliega solicitó de manera oficial al Arzobispado de Toledo la entrega de los restos de Wamba, "en cumplimiento de la última voluntad del visigodo". Se busca además cerrar el "ciclo histórico del expolio", a juicio del concejal de Cultura, Ignacio Cob, quien afirma que la figura de Wamba ha estado siempre muy viva en la memoria de los vecinos. Generación tras generación han tenido la conciencia de que "algo les falta, algo les han quitado", y de hecho se han realizado varias reclamaciones a la largo de la historia. El rey Wamba llegó a Pampliega en el 680, después de haber sido envenenado y desterrado de Toledo, capital del reino visigodo. Se recluyó en el Monasterio de San Vicente, donde falleció en el 688, y fue sepultado en el suelo del cementerio, de forma discreta y humilde, tal como era el propio Wamba, ha explicado Lafont. En 1274, el rey Alfonso X ordenó su traslado a Santa Leocadia, y en 1808 los franceses expoliaron las tumbas de Wamba y Recesvinto. Los restos de ambos reyes se guardaron en un bote de hojalata, en el caso de Wamba, y en un vaso de barro, en el de Recesvinto. Y por orden de la Comisión de Monumentos Artísticos e Históricos de Toledo, en 1845 fueron trasladados a la Catedral, en el transcurso de un acto presidido por la reina Isabel II. Hasta ahí los hechos históricos sobre los cuales el Arzobispado de Toledo ha sustentado su rechazo a la petición de devolución. En un escrito remitido en julio de 2014 se alegó que los restos de Wamba no están sepultados sino expuestos para su veneración, y que se encuentran en la que fuera capital del reino visigodo. Igualmente, el Arzobispado considera que su presencia en Toledo está histórica y jurídicamente consolidada, y además no son los únicos restos que no se encuentran en su lugar primigenio. Las explicaciones ofrecidas han sido replicadas por Lafont, quien ha recordado que el mandato de Isabel II en 1845 fue dar sepultura a los restos de Wamba y Recesvinto, no exponerlos. También, que al rey Wamba le coronaron a la fuerza para después envenenarlo y desterrarlo a Pampliega, donde pasó los últimos años de su vida, y donde quería descansar para siempre. Además, en el pueblo burgalés sus restos nunca sufrieron ningún tipo de daño, lo contrario que en Toledo, y ahora los vecinos se comprometen a que estén "siempre bien cuidados". Germán Lafont ha afirmado que "las razones históricas están de nuestra parte", y las sentimentales también, porque consideran que se debe dar cumplimiento a la última voluntad de Wamba. El objetivo del Ayuntamiento es conseguir que al menos una parte de los huesos pueda regresar y descansar en la Iglesia de San Pedro. Ignacio Cob reconoce que será "difícil" pero cuentan con el apoyo del Arzobispado de Burgos, el deán de la Catedral de Salamanca o el obispo de Ciudad Rodrigo. EFE 1011589
Pampliega lucha para recuperar los restos expoliados del rey Wamba El pueblo burgalés en el que murió el monarca visigodo se lo reclama al Arzobispado de Toledo . 20/02/2017 efe | burgos La figura del rey visigodo Wamba (646-688) ha estado siempre muy viva en la memoria de los vecinos del municipio burgalés de Pampliega, quienes históricamente han denunciado lo que a su juicio es un «expolio» con connotaciones de afrenta: el traslado de los restos de su rey a Toledo en 1274. Con nocturnidad y alevosía, apuntan los vecinos, el rey Alfonso X El Sabio dio orden de trasladar a Wamba, enterrado en el Monasterio de San Vicente de Pampliega, a pesar de las protestas del pueblo. «Vimos que en el lugar no había monasterio ni iglesia como le convenía», recogen documentos de la época, y los restos del godo se enviaron a Santa Leocadia del Alcázar (Toledo). Pero esta reflexión sólo es cierta en parte, ha asegurado a Efe Germán Lafont, experto responsable del informe que ha acompañado a la última reclamación oficial de los restos realizada por Pampliega. La invasión sarracena en el 711 incendió el monasterio, pero no consiguió encontrar a Wamba, cuyos restos estaban sepultados en el cementerio, a la entrada de la ermita. En Pampliega, Wamba estuvo a salvo, pero no así en Toledo, donde sus huesos fueron al parecer saqueados por las tropas francesas en 1808, lo que obligó a su traslado a la Catedral, ha apuntado. Esta es una de las muchas razones que esgrimen en el pueblo para solicitar la vuelta de ‘su rey’, y razones históricas no les faltan. El marzo de 2014, el Ayuntamiento de Pampliega solicitó de manera oficial al Arzobispado de Toledo la entrega de los restos de Wamba, «en cumplimiento de la última voluntad del visigodo». Se busca además cerrar el «ciclo histórico del expolio», a juicio del concejal de Cultura, Ignacio Cob, quien afirma que la figura de Wamba ha estado siempre muy viva en la memoria de los vecinos.
Pampliega reitera su petición de los restos de Wamba para cerrar el “ciclo del expolio”
- Arzobispado de Burgos y Ayuntamiento continúan reclamando la devolución de, al menos, parte de los restos del rey visigodo - Wamba fue trasladado en 1274 a Toledo por orden de Alfonso X El Sabio, sacando sus huesos del Monasterio de San Vicente - Germán Lafont ha elaborado un informe que rebate las razones argumentadas por Toledo para denegar la petición municipal - Considera que las razones históricas les amparan y también las sentimentales, porque al última voluntad de Wamba era descansar en Burgos - Pampliega se siente huérfana sin Wamba. Patricia Carro 25/02/2017 - 21:25h Pampliega intenta, una vez más, recuperar los restos de uno de sus vecinos más ilustres, el rey visigodo Wamba. De la mano del Arzobispado de Burgos se ha vuelto a remitir una solicitud formal al Arzobispado de Toledo para que, al menos, autoricen el traslado de algunos de los huesos del godo que se encuentran custodiados en la Catedral. En Pampliega aseguran que van a estar bien cuidados, y que su regreso supondría cerrar el círculo a lo que consideran un “expolio”, una afrenta histórica y moral. El concejal de Cultura, Ignacio Cob, ha recordado que Wamba fue trasladado con nocturnidad y alevosía desde Pampliega a Toledo en el año 1274. El rey Alfonso X El Sabio dio la orden de sacar los restos, enterrados en el Monasterio de San Vicente, alegando que “en el lugar no había monasterio ni iglesia que le convenía”, ya que en el 711 la invasión sarracena había incendiado el monasterio. Sin embargo, los moros no consiguieron encontrar a Wamba, cuyos huesos estaban en el suelo del cementerio, ha explicado Germán Lafont.
En el municipio se le recuerda constantemente. El experto historiador ha sido el encargado de elaborar la documentación con la que el Arzobispado cursó en 2016 la última reclamación, tras el rechazo a la presentada por el Ayuntamiento en 2014. En Pampliega, Wamba estuvo a salvo, pero no así en Toledo, donde sus restos fueron saqueados por las tropas francesas en 1808, lo que obligó a su traslado a la Catedral de la ciudad, ha apuntado. Y esta es una de las muchas razones que esgrimen en el pueblo para solicitar la vuelta de su rey, y razones, sobre todo históricas, no les faltan, en opinión de Lafont. Envenenado y desterrado En Pampliega han tenido conciencia, generación tras generación, de que “algo les falta, algo les han quitado”, ha afirmado Cob. De ahí que se hayan realizado numerosas reclamaciones a lo largo de la historia. El rey Wamba llegó a Pampliega en el 680, después de haber sido envenenado y desterrado de Toledo, capital del reino visigodo, en compañía del Conde Alberto y del Obispo Quirico. Se recluyó en el Monasterio de San Vicente, donde falleció en el 688, y fue sepultado en el suelo del cementerio, de forma discreta y humilde, ha explicado Lafont. En 1274, el rey Alfonso X ordena su traslado a Santa Leocadia del Alcázar, y en 1808 las tropas francesas expoliaron la tumba de Wamba y la de Recesvinto. Los restos de ambos reyes se guardaron en un bote de hojalata, en el caso de Wamba, y en un vaso de barro, en el de Recesvinto. Y por orden de la Comisión de Monumentos Artísticos e Históricos de Toledo en 1845 fueron trasladados a la Catedral, en el transcurso de un acto presidido por la reina Isabel II. Y allí se encuentran ahora, en hornacinas separadas. Dos últimas reclamaciones Ignacio Cob ha recordado que, a través de una moción plenaria, el Ayuntamiento solicitó oficialmente al Arzobispado de Toledo el regreso de los huesos, en marzo de 2014. Se trata de cumplir con “la última voluntad del visigodo”, pero también de cerrar “el ciclo histórico del expolio”. Y es que en Pampliega se ha visto, desde siempre, el traslado del godo como una afrenta histórica y moral. La solicitud fue denegada por el Arzobispado, que esgrimió una serie de argumentos que Lafont ha desmotando.
Los restos de Wamba se conservan, juntos pero no revueltos, con los de Recesvinto. En un escrito remitido en julio de 2014, Toledo alegaba que los restos de Wamba no están sepultados sino expuestos para su veneración, y que además se encuentran en la que fuera capital del reino visigodo. Lafont ha recordado que el mandato de Isabel II en 1845 fue dar sepultura a los restos de Wamba y Recesvinto, no exponerlos. Además, al rey lo coronaron a la fuerza y después lo envenenaron y desterraron a Pampliega, donde pasó los últimos años de su vida y donde quería descansar para siempre. Además, en el pueblo burgalés sus restos nunca sufrieron ningún tipo de daño, lo contrario que en Toledo, y ahora los vecinos se comprometen a que estén “siempre bien cuidados”. Argumentos que desmontan también otras de las razones ofrecidas por el Arzobispado, donde consideran que la presencia de Wamba en Toledo está histórica y jurídicamente consolidada, y no son los únicos restos que no se encuentran en su lugar primigenio. Lafont recuerda que los restos fueron traslados a Santa Leocadia, no a la Catedral, y que no se trata de un caso jurídico. El experto ha afirmado que “las razones históricas están de nuestra parte”, y las sentimentales también, porque consideran que se debe dar cumplimiento a la última voluntad de Wamba. El objetivo del Ayuntamiento es conseguir que, si bien no todos los restos, una parte pueda regresar al municipio para descansar en la Iglesia de San Pedro. Ignacio Cob reconoce que será “difícil” pero cuentan con el apoyo del Arzobispado de Burgos, el deán de la Catedral de Salamanca o el obispo de Ciudad Rodrigo, Raúl Berzosa.
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http://www.revistaadios.es/noticia/1539/Pampliega-Burgos-quiere-recuperar-los-restos-del-rey-Wamba-que-estan-en-Toledo.html | |||||||||||||||||||
Pampliega (Burgos) quiere recuperar los restos del rey Wamba que están en Toledo
La figura del rey visigodo Wamba (646-688) ha estado siempre muy viva en la memoria de los vecinos del municipio burgalés de Pampliega, quienes históricamente han denunciado lo que a su juicio es un "expolio" con connotaciones de afrenta: el traslado de los restos de su rey a Toledo en 1274. Con nocturnidad y alevosía, apuntan los vecinos, el rey Alfonso X El Sabio dio orden de trasladar a Wamba, enterrado en el Monasterio de San Vicente de Pampliega, a pesar de las protestas del pueblo. "Vimos que en el lugar no había monasterio ni iglesia como le convenía", recogen documentos de la época, y los restos del godo se enviaron a Santa Leocadia del Alcázar (Toledo). Pero esta reflexión sólo es cierta en parte, ha asegurado a Efe Germán Lafont, experto responsable del informe que ha acompañado a la última reclamación oficial de los restos realizada por Pampliega. La invasión sarracena en el 711 incendió el monasterio, pero no consiguió encontrar a Wamba, cuyos restos estaban sepultados en el suelo del cementerio, a la entrada de la ermita. En Pampliega, Wamba estuvo a salvo, pero no así en Toledo, donde sus huesos fueron al parecer saqueados por las tropas francesas en 1808, lo que obligó a su traslado a la Catedral, ha apuntado. Esta es una de las muchas razones que esgrimen en el pueblo para solicitar la vuelta de 'su rey', y razones, sobre todo históricas, no les faltan, en opinión de Lafont. En marzo de 2014, el Ayuntamiento de Pampliega solicitó de manera oficial al Arzobispado de Toledo la entrega de los restos de Wamba, "en cumplimiento de la última voluntad del visigodo". Se busca además cerrar el "ciclo histórico del expolio", a juicio del concejal de Cultura, Ignacio Cob, quien afirma que la figura de Wamba ha estado siempre muy viva en la memoria de los vecinos. Generación tras generación han tenido la conciencia de que "algo les falta, algo les han quitado", y de hecho se han realizado varias reclamaciones a lo largo de la historia. El rey Wamba llegó a Pampliega en el 680, después de haber sido envenenado y desterrado de Toledo, capital del reino visigodo. Se recluyó en el Monasterio de San Vicente, donde falleció en el 688, y fue sepultado en el suelo del cementerio, de forma discreta y humilde, tal como era el propio Wamba, ha explicado Lafont.
En 1274, el rey Alfonso X ordenó
su traslado a Santa Leocadia, y en 1808 los franceses expoliaron las
tumbas de Wamba y Recesvinto. Los restos de ambos reyes se guardaron en
un bote de hojalata, en el caso de Wamba, y en un vaso de barro, en el
de Recesvinto. Y por orden de la Comisión de Monumentos Artísticos e
Históricos de Toledo, en 1845 fueron trasladados a la Catedral, en el
transcurso de un acto presidido por la reina Isabel II. En un escrito remitido en julio de 2014 se alegó que los restos de Wamba no están sepultados sino expuestos para su veneración, y que se encuentran en la que fuera capital del reino visigodo. Igualmente, el Arzobispado considera que su presencia en Toledo está histórica y jurídicamente consolidada, y además no son los únicos restos que no se encuentran en su lugar primigenio. Las explicaciones ofrecidas han sido replicadas por Lafont, quien ha recordado que el mandato de Isabel II en 1845 fue dar sepultura a los restos de Wamba y Recesvinto, no exponerlos. También, que al rey Wamba le coronaron a la fuerza para después envenenarlo y desterrarlo a Pampliega, donde pasó los últimos años de su vida, y donde quería descansar para siempre. Además, en el pueblo burgalés sus restos nunca sufrieron ningún tipo de daño, lo contrario que en Toledo, y ahora los vecinos se comprometen a que estén "siempre bien cuidados". Germán Lafont ha afirmado que "las razones históricas están de nuestra parte", y las sentimentales también, porque consideran que se debe dar cumplimiento a la última voluntad de Wamba. El objetivo del Ayuntamiento es conseguir que al menos una parte de los huesos pueda regresar y descansar en la Iglesia de San Pedro. Ignacio Cob reconoce que será "difícil" pero cuentan con el apoyo del Arzobispado de Burgos, el deán de la Catedral de Salamanca o el obispo de Ciudad Rodrigo. EFE
Pampliega reclama las reliquias del rey Wamba http://www.condadodecastilla.es/actualidad/pampliega-reclama-las-reliquias-del-rey-wamba/ 30 Enero 2017
En una reclamación conjunta, el Ayuntamiento de Pampliega (Burgos) y el Arzobispado de Burgos piden a la Diócesis de Toledo los restos del rey visigodo Wamba. Los restos se encuentran actualmente en la catedral toledana. El rey Wamba falleció en Pampliega en el año 688 y sus restos permanecieron en este municipio hasta que el rey Alfonso X ordenó su recogida y traslado a Toledo. El rey Wamba se retiró al monasterio de San Vicente en Pampliega, actualmente desaparecido, el 14 de octubre del 680 y allí murió en el año 688. Su cadáver recibió sepultura ante la puerta de la iglesia del monasterio de San Vicente. En dicho lugar se encuentra hoy en día un monumento conmemorativo. Allí permaneció hasta que, en 1274, Alfonso X el Sabio ordenó que sus restos mortales fueran trasladados a la iglesia de Santa Leocadia, ubicada junto al alcázar de Toledo, donde también habían sido trasladados los restos de su antecesor Recesvinto. A cambio, Alfonso X concedió el mercado franco y unos privilegios dignos de una ciudad realenga. En 1845, los restos de sendos monarcas, introducidos en una arqueta de madera forrada de terciopelo carmesí, fueron trasladados a la catedral de Toledo, donde fueron depositados en el salón principal de la sacristía de la catedral, lugar en el que permanecen actualmente. El Pueblo de los Dormidos Como curiosidad, a Pampliega se la conoce como el Pueblo de los Dormidos porque, según la tradición, Alfonso X, deseando llevar a cabo el traslado de restos de Wamba que su padre no pudo hacer, tras varios intentos, que contaron con la oposición frontal de los pampliegueños, y tras conseguir una serie de privilegios, los habitantes de Pampliega «se hicieron los dormidos» mientras clérigos y algunos vecinos de la villa desenterraban por la noche los restos de Wamba.
Pampliega reclama los restos del rey Wamba al Arzobispado y a la Catedral Cuentan con el apoyo del arzobispo de Burgos, entre otros 22 Febrero 2017
Monumento al rey Wamba en Pampliega, Burgos. / EC J.G.-EC / Toledo Es noticia en las últimas semanas en diferentes medios de comunicación de Castilla y León, en concreto de la provincia de Burgos. El Ayuntamiento de Pampliega y el Arzobispado de Burgos han reclamado de manera formal una vez más al Arzobispado de Toledo y a la Catedral Primada los restos del rey visigodo Wamba, en la Seo Metropolitana desde el siglo XIX, y con anterioridad en la Iglesia de Santa Leocadia. El rey Wamba, como recoge el portal digital Condado de Castilla falleció en Pampliega en el año 688 y sus restos permanecieron en este municipio hasta que el rey Alfonso X ordenó su recogida y traslado a Toledo. El rey Wamba se retiró al Monasterio de San Vicente en Pampliega, actualmente desaparecido, el 14 de octubre del 680 y allí murió en el año 688. Su cadáver recibió sepultura ante la puerta de la iglesia del Monasterio de San Vicente. En dicho lugar se encuentra hoy en día un monumento conmemorativo. Allí permaneció hasta que, en 1274, Alfonso X el Sabio ordenó que sus restos mortales fueran trasladados a la Iglesia de Santa Leocadia, donde también habían sido trasladados los restos de su antecesor Recesvinto. En 1845, los restos de sendos monarcas fueron trasladados a la Catedral en el transcurso de un acto presidido por la reina Isabel II por orden de la Comisión de Monumentos Artísticos e Históricos de Toledo, depositados en el ochavo de la sacristía, lugar en el que permanecen en la actualidad. Una reclamación conjunta Ahora, tras la reclamación realizada en 2014, tanto el Ayuntamiento de Pampliega como el Arzobispado de Burgos vuelven a la carga para exigir que los restos del rey Wamba regresen a la localidad en la que falleció, o al menos parte de los huesos, que depositarían en la Iglesia de San Pedro, el monumento más significativo de Pampliega que se alza como una atalaya en medio de la localidad. Como indican otros medios de comunicación burgaleses, la petición cuenta con el respaldo del Arzobispado de Burgos, del obispo de Ciudad Rodrigo y del deán de la Catedral de Salamanca. Por el momento, los vecinos de Pampliega mantienen vivo el recuerdo del rey Wamba en el monumento que se alzó para conmemorar la figura del visigodo con la inscripción: El pueblo de Pampliega a Wamba, su Rey. En recuerdo a los años que vivió con la gente de esta villa. Reinó, 672 – 680. Murió, 688.
Pampliega quiere recuperar las reliquias del rey Godo Wamba. - Pampliega fue el refugio del rey Wamba los últimos años de su vida y el lugar en que el rey godo murió en el año 688, pero seis siglo después Alfonso X ordenó su traslado a Toledo. Ahora desde el Ayuntamiento piden que los restos vuelvan a reposar en el pueblo y que se cumpla así la voluntad del monarca. - No queremos reliquias, queremos cumplir la última voluntad del rey Wamba que era estar sepultado donde pasó agradablemente los últimos años de su vida. - Además del deseo del propio Wamba, otro de los motivos de esta petición es cumplir con la ordenanza de la reina Isabel II - La Catedral no es el lugar idóneo para estar sepultado, además la reina Isabel II dijo que tenían que sepultarlos, y la Catedral no ha hecho caso. Simplemente los tiene expuestos, incluso en un museo. - Esta no es la primera vez que el Ayuntamiento de Pampliega reclama los restos. - El Ayuntamiento de Pampliega lo solicitó en el 2014, pero Toledo lo denegó. Con los argumentos que daba Toledo, ahora la Catedral de Burgos a respondido a esos argumentos y lo ha solicitado la Catedral. - El Ayuntamiento no se rinde, y tras llevar un año esperando una respuesta confían en que las reliquias del Rey Wamba vuelvan a Pampliega.
http://cultura.elpais.com/cultura/2017/03/21/actualidad/1490114599_129313.html Un pueblo de Burgos reclama el retorno de ‘su’ rey godo Pampliega resucita una disputa histórica con Toledo por los restos del monarca Wamba, que pasó sus últimos años en el municipio antes de morir en el 688 Germán R. Páez Madrid 14 ABR 2017 - 00:04 CEST En Pampliega, un pueblo de Burgos de unos 300 habitantes, llevan los últimos 743 años echando en falta a ‘su’ rey. Wamba, vigesimonoveno monarca de los godos, huyó allí en el ocaso de su vida tras ser traicionado en Toledo, la capital del antiguo reino. Murió en el 688 en el municipio burgalés, donde fue enterrado, pero Alfonso X El Sabio se llevó sus restos una noche de primavera de 1274 de vuelta a la que fue corte visigoda. Siete siglos pasaron, pero el recuerdo persistía en Pampliega, donde las campanas repicaron cada mediodía hasta 1960 para llamar a la oración por Wamba. Tuvieron que llegar un historiador oriundo, Germán Lafont, y un alcalde de origen guineano, Pedro Oma, para resucitar aquel antiguo pleito: desde 2014, el pueblo reclama sin éxito el retorno del rey al Cabildo de la Catedral de Toledo, donde ahora están depositadas sus reliquias. “Lo único que queremos es que se cumpla la última voluntad de Wamba, reposar sepultado en el lugar donde pasó los últimos y mejores años de su vida”, afirma Lafont, de 66 años, que se ha embarcado en una guerra dialéctica con la antigua capital visigoda por las razones históricas para el regreso del rey godo: el año pasado elaboró un informe técnico en el que desmontaba los motivos para retener los restos que expuso el Cabildo de la Catedral toledana en su primera y única respuesta hasta la fecha: una carta fechada el 8 de julio de 2014.
Monolito en homenaje al rey godo Wamba, en Pampliega (Burgos). Germán Lafont
Su escrito fue incluido, en enero de 2016, en una segunda solicitud, emitida esta vez por el Cabildo de la Catedral de Burgos a petición de Pampliega. “Ha pasado ya un año y estamos esperando pacientes la respuesta, pero Toledo da la callada”, protesta el historiador. “Hay un diálogo abierto y se están dando pasos para buscar una solución equitativa”, asegura, por el contrario, a EL PAÍS Juan García, portavoz del cabildo catedralicio de Toledo. Corría el año 680 cuando Wamba, coronado a la fuerza en Toledo ocho años antes, sufrió la traición del conde Hervigio: “Le envenenaron con esparteína, le tonsuraron, le vistieron de monje y le dieron la patada”, dice Lafont, que narra cómo el monarca —que era diácono— escapó en busca de una vida más espiritual al monasterio de San Vicente de Pampliega, donde fue alguien muy querido hasta su muerte. Tanto es así que, cuando Alfonso X El Sabio quiso llevarse sus restos de vuelta a Toledo en 1274, no le bastó con ganarse la simpatía de los pampliegueños con una serie de prerrogativas reales, sino que tuvo que “cavarlo por la noche”, cuando todos dormían: ¿Tanto miedo tenía el rey de que no le dejasen llevarse los restos?”, se pregunta Lafont, que nació a 50 metros del lugar donde el monarca godo descansó durante 586 años. Orla del rey Wamba, conservada en el Museo Numismático de Barcelona. Germán Lafont Pero las desdichas de Wamba en Toledo no terminaron con la muerte. En 1808, las tropas francesas expoliaron sus restos y los de su padre, Recesvinto; y dejaron los huesos esparcidos por el suelo de la iglesia de Santa Leocadia. En 1845, las maltratadas reliquias fueron trasladadas a la catedral en un acto presidido por la reina Isabel II, que ordenó que quedaran en depósito hasta que se dispusiera de un lugar donde sepultarlos. Hasta hoy, siguen depositadas en una arqueta del templo, según Lafont con fines turísticos. “Llevamos 170 años incumpliendo ese mandato real, es flagrante”, protesta el historiador. Dividir a Wamba: una solución intermedia Dice Pedro Oma, alcalde de Pampliega desde 2007, que algunos “curas” del arzobispado de Burgos le sugieren que acceda a una solución simbólica: el reparto de las reliquias de Wamba con Toledo. “No sería su deseo completo, sería una tontería, una falacia. Que vengan unos trozos sería una mofa”, protesta enérgicamente este guineano de origen de 73 años, que ríe ante esa posibilidad. Se pregunta, además, qué puede quedar si se dividen unos restos que arrastran un calamitoso periplo que ya dura 1.329 años. Arqueta con las reliquias de Wamba y Recesvinto, en la Catedral de Toledo. Germán Lafont Pese a todo, y ante el silencio de Toledo, el alcalde trama un plan desesperado: “Escribir otra carta es una tontería. Lo que voy a hacer ahora es intentar formar una comisión e irnos allá para que nos den los restos”, reta desafiante Oma. Y es que en Pampliega ya tienen un monolito con la efigie de Wamba. Una calle y una plaza que llevan su nombre. Un sello con su anagrama. Una casa rural, una bodega, una peña recreativa; hasta un círculo católico de obreros de 1893 bautizado en su honor, tienen. Solo les falta ‘su’ rey godo, o lo que queda de él, y eso les duele. Desde hace siglos.
http://www.elcorreodeburgos.com/noticias/provincia/esperando-wamba_150544.html Esperando a Wamba El Ayuntamiento de Pampliega ha recibido contestación por parte del Cabildo de la Catedral de Toledo que en «próximas fechas» se reunirá para decidir sobre el traslado del rey visigodo
BURGOS
El Ayuntamiento de la localidad burgalesa de Pampliega recibió hace unos días una carta que llevaban años, siglos esperando. Una misiva remitida por el Cabildo de la catedral de Toledo en la que se hace saber a los representantes municipales de la próxima reunión que celebrarán los responsables catedralicios manchegos para decidir si aprueban o no el traslado de los restos del rey visigodo Wamba. Un viaje que ansiaba Pampliega desde hace ocho siglos, cuando los restos del monarca fueron «saqueados» por el mismísimo Alfonso X El Sabio, dejando sin su vecino más ilustre a los vecinos de la población que Wamba eligió para su eterno descanso.
Germán Lafont es una de las personas
que más conoce la historia del rey godo (646-688) y la persona encargada
de redactar los informes con los que Pampliega y el Arzobispado de
Burgos ha instado en fechas recientes al Cabildo de la catedral de
Toledo al traslado de los restos del monarca de tierras manchegas a
burgalesas por «razones históricas».
Para hablar de Wamba es necesario
via jar hasta el siglo VII en una Hispania Goda heredera de la
desaparecida Hispania romana que gobernó el territorio peninsular hasta
la invasión musulmana en el 711. En ese contexto, en el que los godos
hubieron de hacer frente a otros pueblos bárbaros como alanos o los
suevos, Wamba fue proclamado rey en Toledo en el año 672. «Estuvo solo
ocho años reinando porque le envenenaron y le echaron de Toledo de malas
formas», sostiene Lafont. Las crónicas consultadas avalan el «cariño» que Wamba sintió en Pampliega y el deseo de descanso que el rey traicionado en Toledo buscó en tierras burgalesas. Sus restos fueron enterrados en la puerta de la iglesia y desaparecido monasterio de San Vicente. Un lugar en el que permanecieron hasta el siglo XIII pese al intento de asedio de los sarracenos en el 711 que incendiaron el espacio monacal sin encontrar la tumba del rey godo.
El error del rey Sabio
Lafont entiende que «el traslado de
los restos de Wamba fue el mayor error de Alfonso X» puesto que dio al
traste con el deseo de «paz» que Wamba encontró en la villa burgalesa.
«Precisamente eso es lo que ahora se reclama. Que descanse en el lugar
en el que el rey godo eligió para morir», sostiene. «La urna de Wamba tenía dos llaves. Se supone que una se entregó a la Catedral y la otra fue a parar a manos de Isabel II», subraya Lafont, que ve «clave» el papel y la posición que en este asunto pueda tener Casa Real debido a la conexión que han tenido desde hace siglos «los reyes de España» en este tema. «Creemos que desde este momento se incumple la custodia puesto que los restos que ahora se exhiben en Toledo tenían que haberse sepultado», asevera el autor del informe elevado al Cabildo de la Catedral de Toledo. «Isabel II dispuso que quedaran en depósito en la catedral hasta que se dispusiera un sitio en el que habrían de quedar sepultados de forma definitiva y eso no ha sucedido», sostiene el historiador que lamenta que en 2007 se exhibieran los restos de Wamba en el Museo de Santa Cruz en «un acto que nada tiene que ver con la fe ni el recogimiento». Posible traslado Será una comisión formada por responsables de la localidad castellano y leonesa quien se persone en Toledo una vez se dirima la cuestión a estudiar: si los restos vuelven o no a Burgos. «Esperamos que la respuesta sea satisfactoria», destaca el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Pampliega, Ignacio Cob, que espera «con ilusión» uno de los deseos que «tuvieron sus abuelos, padres y todas las personas que recuerda en el pueblo».
«Que a Wamba nos lo robaron de noche
es una cosa que hemos oído desde niños y el rey godo ha formado parte de
nuestras vidas desde siempre», asevera en declaraciones a Ical. Es por
ello que confía en «resolver pronto» un asunto que lleva demasiados
siglos en el aire y que pondría punto y final a un viaje que «tiene que
concluir en Pampliega».
BURGOS - REPORTAJES http://www.icalnews.com/Mostrar.cfm/noticias/I/esperando/wamba/393990
Esperando a Wamba
L. Sierra
- El Ayuntamiento de Pampliega (Burgos) ha recibido contestación por
parte del Cabildo de la Catedral de Toledo que en “próximas fechas” se
reunirá para decidir sobre el traslado del rey visigodo Ricardo Ordóñez /ICAL - Reportaje de la figura del rey visigodo Wamba en Pampliega (Burgos)
LESLIE Y HAMMOND http://www.elcorreodeburgos.com/noticias/opinion/wamba-renacido_151731.html Wamba el Renacido
Agustín Herrero HABLAMOS mucho de la muerte anunciada de esos mil pueblos de nuestra provincia burgalesa y de la necesidad obligada de regeneración y fijación de población. A media hora de camino desde Pucela, el torreón de su iglesia está a media ladera que mira al oeste, y casi gana al cerro. Como todas, es lo mejor que ha quedado y quedará en otros cinco siglos. Lo que ahora construimos los arquitectos se desgasta de año en año. Lo que entonces hacían, maestros canteros, envejece sólo de cien en cien. Está claro que como la piedra no hay, cimentar, levantar muros y entrelazar arcos formeros. El Arlanzón está fresco y ancho cuando lo cruza. Ayer por la mañana pude volar por encima de las cubiertas y tierras labradas con mi dron DJI Phantom 3 advanced. Los pájaros se asustaron. Un escáner de altura deja ver cuando un pueblo está vivo por el recuento de los tejados hundidos. A las 13h sonó el campanario. Desde este balcón de cuatro micro motores eléctricos se veía Palazuelos y Barrio de Muñó, Villanueva de las Carretas, Villaquirán de los Infantes, y los Balbases de mi amigo Carlos, el músico. Pero fue cuando dormían, que Alfonso X el Sabio, mandó robar la historia de este pueblo que nació en el II a.c. Desde entonces les llaman, los dormidos. De donde ahora está Suecia, vinieron los Godos a cruzar su sangre con hijas de pastores y campesinos, y por su culpa, algunas mujeres de este pueblo son tan bellas, rubias y con ojos claros. Que se lo cuenten a mi hermano Fernando. A media noche, desenterró los huesos del Rey Wamba y tuvo la ocurrencia de llevarlos a Toledo la cristiana. No fue tan sabio Alfonso, como nos lo pintaron en la escuela. La fuerza de un pueblo se mide cuando su alcalde manda más que el Rey y que de ello tomen nota muchos alcaldes. Aquí hay uno, que llegado de muy lejos con piel negra y manos blancas, mira más por este pueblo castellano que muchos a los que se les llena la boca de palabras en la Junta, Diputación y tabernas políticas. Una corporación en su totalidad del Partido Socialista, pelea contra Toledo la mayor para que vuelva el Rey Godo, que duerma para siempre en nuestra tierra. Ojalá tenga suerte y desde aquí, mi pequeño grano de arena. Pero que llegue entero, no troceado como un cuarto de cordero, según dice algún otro sabio del Cabildo de la Catedral de Burgos. Que el turismo pare ante las reliquias y coma gambas de toda la vida en los bares. Quizás sea buena idea pedir ayuda, ahora que salen huesos de cunetas y escoriales, a Pedro Sánchez el Renacido. Alguien escriba esa carta.
SUS RESTOS FUERON TRASLADADOS A TOLEDO. La batalla de los reyes godos llega hasta hoy: Pampliega lucha por recuperar los restos del rey Wamba El pueblo burgalés de Pampliega reclama los restos del rey Bamba a la Catedral de Toledo; allí fue enterrado hace más de 1.300 años, pero sus restos se trasladaron a Toledo siglos después. Ahora la gente de Pampliega pide que se cumpla la voluntad del monarca. Wamba en las plazas, Wamba en las calles y en los negocios. En Pampliega, Burgos, el rey Wamba está en todos lados y en ninguno, porque sus restos no descansan allí. Reposan en la Catedral de Toledo, algo que Pampliega lleva décadas luchando por cambiar. "Si él hubiera querido volver a Toledo, porque fue rey de los godos en Toledo, no habría tenido ningún problema", explica Germán Lafont Mateo, experto en historia de Pampliega. Wamba fue el vigesimonoveno rey godo. Gobernó en Toledo pero quisieron matarlo y huyó a Pampliega donde pasó sus últimos años. Fue enterrado allí, pero una noche de 1274, Alfonso X el Sabio se llevó los restos de vuelta a Toledo. Ahora descansan en esta urna que Pampliega le reclama al Cabildo de Toledo, pero no es tan sencillo. "Nosotros trataríamos de ayudar en lo posible a Pampliega, para que queden los vecinos y el pueblo contentos, pero nosotros no somos quienes para poder entregar los restos", señala Juan Miguel Ferrer, deán de la catedral de Toledo. En Pampliega no se van a rendir. Van a acudir a quien tenga la autoridad para devolverles al rey Wamba. Un monumento señala el lugar original donde estaba enterrado el rey Wamba. Si finalmente, sus restos se llevan a Pampliega, el pueblo ya ha elegido un lugar nuevo donde poder enterrarlo. Ese lugar estaría en la iglesia del pueblo, donde en tiempos del rey Wamba estaba colocado el altar mayor. "La persona importante aquí no es ni Pampliega, ni Toledo, ni Burgos, es el lugar donde él quiso reposar", señala Lafont. Pampliega va a seguir peleando y soñando con que un día, el rey Wamba pueda reposar en su pueblo.
Provincia Toledo afirma que autorizar el traslado de Wamba a Pampliega corresponde a sus herederos El Cabildo asegura que son meros custodios o depositarios de los restos y que no está en su mano tomar decisiones El deán ha solicitado reunión con el Arzobispado de Burgos para tratar de colaborar en la petición del Ayuntamiento Toledo insiste en que Wamba está bien custodiado, en el relicario de la Catedral, con intención de reubicación
Pampliega se siente huérfana sin Wamba. Patricia Carro. 23/05/2017 - 9:38h La decisión de conceder el traslado de los restos del rey Wamba a Pampliega conforme a la reclamación realizada por el Ayuntamiento del municipio, le correspondería a la Casa Real o a quienes fueran legítimos herederos de los reyes godos, a juicio del Cabildo de la Catedral de Toledo. Juan Miguel Ferrer, deán de la Catedral Primada, ha reconocido a BurgosConecta, que la petición de devolución planteada de manera reiterada por el Ayuntamiento de Pampliega “les supera”. “Nosotros no somos quién para decidir”, ha afirmado, puesto que la Catedral de Toledo es simplemente depositaria o custodia de los restos del rey Wamba, y debe actuar en consecuencia. El deán ha recordado que fue el rey Alfonso X El Sabio el que dio orden en 1274 de trasladar al godo a Toledo, desde el monasterio de San Vicente de Pampliega en el que donde estaba enterrado. Los restos de Wamba estuvieron en Santa Leocadia del Alcázar y en 1845 fueron trasladados a la Catedral por orden de la reina Isabel II y de la Comisión de Monumentos Artísticos e Históricos. El deán de la Catedral afirma que “es difícil encontrar una solución” Por ese motivo, Ferrer plante que el Ayuntamiento debería dirigir su petición a la Casa Real o a los herederos legítimos de los reyes godos, pues son los “interlocutores naturales”. Sus herederos son los únicos que pueden decidir el futuro de los restos, y solo la Casa Real puede contravenir la orden de Isabel II, por mucho que el traslado se plantease entonces como “provisional”. Tampoco se podría decidir dividir los restos, como han planteado desde Pampliega, pues en Toledo son simples depositarios y, además, iglesia solo permite dividir las reliquias de los santos. El deán reconoce que “es difícil encontrar una solución” al “no poder disponer de los restos de Wamba” de manera directa. Sin embargo, la Catedral Primada “no quiere echar balones fuera” y, si bien insiste en que no está en sus manos satisfacer la demanda de Pampliega, está dispuesta a colaborar. De momento, Ferrer espera una respuesta del Arzobispado de Burgos a su petición de reunión, tramitada a través del párroco del pueblo, pues considera que su interlocución debe ser con las autoridades eclesiásticas y no con las municipales. Bien custodiados José Miguel Ferrer entiende la inquietud de Pampliega, pero les recuerda que custodian a Wamba “lo mejor que saben” y que está en una urna en el relicario de la Catedral, “la parte más noble”. Y la intención del Cabildo sería trasladarlos a un emplazamiento mejor, en una capilla con lápida incluida, pero “no se atreven” a hacerlo hasta que no se diluciden los derechos sobre los restos. Toledo solo mantiene una relación epistolar con el Ayuntamiento de Pampliega, y aquí únicamente tienen conocimiento de ese interés por mantener una reunión con el Arzobispado. En Pampliega piden que el Cabildo “sea sensible” El concejal de Cultura, Ignacio Cob, ha asegurado que mantienen su reclamación, puesto que consideran el traslado como un “expolio” y, por tanto, una afrenta histórica. “El Cabildo de la Catedral tiene que ser sensible a la petición”, ha insistido Cob, pues necesitan ver reparado el daño que se causó en 1274, cuando se llevaron los restos “con nocturnidad y alevosía”. El rey Wamba llegó a Pampliega en el 680, después de haber sido envenenado y desterrado de Toledo, capital del reino visigodo, y se recluyó en el monasterio de San Vicente A su fallecimiento fue sepultado en el suelo del cementerio de manera humilde, de ahí que los sarracenos no localizasen la tumba cuando incendiaron con el monasterio en el 711. Alfonso X El Sabio tomó decisión, unilateral, de traslado cuando se encontró con el edificio arrasado, pero siempre fue en contra de los vecinos. Pampliega ha solicitado en varias ocasiones recuperar los restos, para enterrarlos en la iglesia de San Pedro, y en abril recibieron un acuse de recibo de su última carta, ha explicado Cob, en la que se anunciaba esa solicitud de reunión.
Asociaciones vascas reclaman el retorno de Wamba a Pampliega El Ayuntamiento remitirá en los próximos días una carta a la Casa Real para solicitar el traslado de sus restos
Diego Santamaría
Los vecinos de Pampliega no tiran la toalla. Llevan siglos esperando el regreso del rey Wamba y para ello rebaten los argumentos que esgrime el Cabildo de la Catedral de Toledo para mantener allí sus restos. El historiador Germán Lafont, oriundo de la localidad, se ha convertido en uno de sus adalides. Pero lo más sorprendente, a estas alturas de la película, es que hayan conseguido recabar apoyos fuera de la provincia... y de la Comunidad.«Según algunos historiadores, el rey Wamba fue uno de los impulsores de las artes escénicas en la calle», apunta Ángel Guerrero, más conocido como el Mago Taylor y presidente de la Asociación de Magos e Ilusionistas de Vizcaya (AMIV). Por este motivo, amén de su amistad con un vecino de Pampliega, ha decidido promover una «reivindicación conjunta» con la Asociación Vizcaína de Ilusionismo (AVI). Los dos colectivos se llevan «muy bien» y tienen presente el papel que jugó el monarca visigodo en la proliferación de juglares, ilusionistas, magos e incluso trileros en la vía pública. Su intención, dado el contexto, es remitir un escrito de apoyo dirigido al alcalde, Pedro Oma Nkomi, para que «la use en el foro adecuado». No son las únicas muestras de aliento que ha recibido el regidor desde el País Vasco. En la localidad alavesa de Llodio, la Asociación Cultural Cosecha 48 defiende por escrito la «justa y moralmente obligada reivindicación» del pueblo para que los restos de Wamba regresen «a su lugar de origen». En la misma línea, sus paisanos de la Cofradía de la Sopa de Ajo decidieron «apoyar incondicionalmente» la causa de Pampliega al considerar que «es de máxima justicia hacer valer los deseos de este rey». El «tira y afloja» El primer edil espera una respuesta -por escrito o en persona- de Toledo y a poder ser una invitación para hablar «cara a cara». En vista de este «impass» que les impide avanzar hacia el entendimiento y a expensas de que el Cabildo acceda a constituir una comisión para negociar el posible retorno del monarca al municipio, Oma trasladará la petición -probablemente «en dos días»- a la Casa Real. Es «su competencia», explica justo antes de recordar que Isabel II ordenó el depósito de sus restos en la Catedral manchega hasta que se habilitara un lugar definitivo para darles sepultura. Aparte de la carta en sí, el regidor incluirá un «completo» dossier elaborado por Lafont que detalla los «antecedentes históricos» del rey, desde su deseo en permanecer por siempre en tierras burgalesas hasta los avatares posteriores que propiciaron su traslado a Toledo. Tampoco se descarta la opción de «recurrir a los herederos» para mediar en la disputa, reconoce el concejal de Cultura de Pampliega, Ignacio Cob. Lo que sí tiene claro es que el expolio de Alfonso X El Sabio en 1274 forma parte de la «historia arrebatada» de la localidad. Y está muy presente entre sus habitantes, pues de toda la vida, en cualquier encuentro familiar o vecinal, «siempre había un momento en que alguien trataba el tema de Wamba». Sobre la posibilidad de repartir los restos, tal y como dejaron entrever los representantes religiosos de Toledo, el regidor se opone tajantemente. Cob, por su parte, estima que se encuentran dentro de un «circuito eclesiástico y el Ayuntamiento no quiere romperlo».
Publicación de la monografía: "WAMBA, VUELVE A PAMPLIEGA" Autor: Germán Lafont Mateo. NOTA: Advertir que el título es "Wamba, vuelve a Pampliega", por lo que no se trata de una afirmación, sino de una petición.
http://www.abc.es/espana/castilla-la-mancha/toledo/ciudad/abci-burgos-reclama-toledo-huesos-wamba-custodiados-catedral-201707161456_noticia.html ABC Toledo - Ciudad Burgos reclama a Toledo los huesos del rey Wamba, custodiados en la catedral «No somos quiénes para decidir sobre este asunto», dice el deán Juan Miguel Ferrer Monumento dedicado a Wamba en Pampliega (Burgos) ABC Toledo16/07/2017 14:56h - Actualizado: 16/07/2017 14:59h.
El Ayuntamiento de Pampliega (Burgos) va a remitir una carta a la Casa Real para solicitar su mediación ante el Arzobispado de Toledo, al que los burgaleses reclaman la devolución de los restos del rey godo Wamba, «expoliados» en 1274 por orden del rey Alfonso X El Sabio, y que se custodian en la Catedral de Toledo. El concejal de Cultura, Ignacio Cob, ha explicado a Efe que la pasada semana el pleno del Ayuntamiento decidió recurrir a la Casa Real como «un paso más» dentro de su reivindicación. Están preparando un escrito que remitirán en breve y en el que se solicitará su mediación para conseguir convencer al Arzobispado de Toledo de que los restos del rey Wamba deben volver a Pampliega. Wamba (646-688) llegó al municipio burgalés en el 680, después de haber sido narcotizado y desterrado de Toledo, capital entonces del reino visigodo, y se recluyó en el Monasterio de San Vicente. Tras su fallecimiento, fue enterrado en el cementerio, donde sus huesos reposaron hasta que en el año 1274 el rey Alfonso X El Sabio ordenó su traslado a Santa Leocadia del Alcázar, en Toledo. Los restos del godo fueron expoliados por los franceses en 1808, y junto con los huesos de Recesvinto pasaron a custodiarse en la Catedral de Toledo, donde se encuentran a día de hoy. Para Pampliega, el traslado de Wamba fue un «expolio», pues la decisión del rey Alfonso X se tomó «con nocturnidad y alevosía», y sobre la base de argumentos erróneos. Los documentos de la época recogen que el monarca aseguró que «en el lugar no había monasterio ni iglesia como le convenía», y optaron por un enterramiento más digno para el visigodo. Cierto es que en el 1247 el Monasterio de San Vicente no existía ya pues había sido incendiado durante la invasión sarracena del 711, pero los restos permanecieron ocultos y a salvo, tal como cuenta German Lafont, experto encargado de documentar la reclamación. Así las cosas, Pampliega ha solicitado a Toledo varias veces la devolución de los restos, pues es una demanda, «un anhelo», de los vecinos, ha afirmado Ignacio Cob. La última petición se tramitó en 2014 y, desde entonces, Cabildo de la Catedral de Toledo y Ayuntamiento se han estado intercambiando escritos, cada uno defendiendo su postura. En la última comunicación de Toledo, el Cabildo Catedralicio ha asegurado que cualquier decisión sobre los restos le corresponde a la Casa Real o a los legítimos herederos de los reyes godos. En declaraciones a Efe, el deán de la Catedral de Toledo, Juan Miguel Ferrer, ha insistido en que la petición de Pampliega «les supera« pues ellos «no son quién para decidir». Toledo es meramente depositaria de los huesos, los custodia, pero fue la Casa Real la que tomó la decisión de llevarlos a la Catedral, en concreto, la reina Isabel II en 1845, tras el expolio francés. De ahí que el Ayuntamiento de Pampliega haya decidido ponerse en contacto con la Casa Real, «un paso más» en la reivindicación, que «abre nuevas posibilidades», ha reconocido Cob. Del mismo modo, el Consistorio ha solicitado al Boletín Oficial del Estado la publicación de un aviso para localizar a cualquier persona o entidad que considere tener derecho sobre los restos. «Se trata de cumplir con un aspecto legal», ha apuntado el edil, a fin de evitar reclamaciones posteriores, si llegado el caso se consigue avanzar en el proceso de devolución. Hay que aclarar quién tiene derecho sobre los huesos de Wamba y quién puede tomar la decisión de devolverlos a Pampliega, donde los vecinos quieren custodiarlos en la Iglesia de San Pedro. Una aclaración que también esperan en la Catedral de Toledo, pues tienen intención de reubicar las urnas de Wamba y Recesvinto, pero no se «atreven» dada la actual situación de incertidumbre.
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- Seguro que esta polémica les suena. Vuelve de nuevo a la actualidad y es que el Ayuntamiento de Pampliega ha acordado en pleno solicitar formalmente la intervención de la Casa Real para solicitar la devolución de los restos del rey visigodo Wamba de nuevo a su municipio. Germán Lafont es historiador y portavoz del Ayuntamiento de Pampliega. Qué tal, muy buenos días - Buenos días - Bueno es un asunto muy complejo, muy complicado pero que no suena a nuevo. En Toledo es la segunda vez que el Ayuntamiento de Pampliega solicita recuperar los restos del rey Wamba. - Si correcto. Si quiere le resumo los tres últimos acontecimientos en los que nos encontramos. - Perfecto - Hace dos meses, la Catedral de Toledo contestó a una carta del Ayuntamiento de Pampliega diciendo que iban a celebrar un cabildo en el que se iba a tratar este asunto, tras el cual convocarían a Pampliega a una reunión. Pero si por un lado ha dicho por escrito que va a citar por otro ni cita e incluso en Burgos Conecta ha dicho que prefiere hablar con el Arzobispado de Burgos. Con lo cual ha habido otras dos noticias que comento. En la Sexta Televisión, el Deán de la Catedral de Toledo dijo que el Cabildo de Toledo estaba dispuesto a colaborar con Pampliega para que sus habitantes y el Ayuntamiento quedaran satisfechos en cuanto a este traslado. Eso está afirmado. Sin embargo también al poco en Burgos Conecta dice que Toledo no son los responsables de los restos de Wamba, sino que son depositarios y custodios hasta que se decida cual es la sepultura definitiva. Esto proviene de 1845 cuando la Reina Isabel II dijo que se depositaban en la Catedral de Toledo provisionalmente hasta que se encontrase un lugar adecuado a la sepultura definitiva. Bien, como efectivamente Toledo no son los responsables, Pampliega considera que a quien se lo debe de pedir, y lo han dicho también en Burgos Conecta, que se lo tendríamos que pedir a la Casa Real o a los descendientes herederos de Wamba. Los descendientes herederos de Wamba entiendo que no hay nadie que pueda documentarlo o acreditarlo. - Es complicado. - No, no es complicado, es imposible. No existen archivos del siglo VII de Wamba. Wamba no tubo descendencia, fue diácono, se retiró a un monasterio de monjes benedictinos, no tubo hijos ni mujer, lo que tiene son descendientes indirectos o colaterales, por ejemplo Égica, dos reyes después que sucedió a Wamba, era sobrino de Wamba, y Égica respetó la sepultura de Wamba en Pampliega. - Germán, yo entiendo que usted desde luego es historiador, está especializado en la figura de Wamba, pero puede que muchos de nuestros oyentes se pierdan. Vamos a contarles quien es Wamba exactamente, y porqué reclaman sus restos. - A Wamba le obligaron a ser rey en Gérticos, en Valladolid, pero le coronaron en Toledo, a la fuerza. Dicen todos los historiadores que era muy mayor, que había sido diácono, que no era hombre de guerras, le obligaron con una espada para que aceptase el cetro. Fue un buen rey. Reino desde el 672 al 680 y ese año, Ervigio que no era del linaje de los godos, sino que venía de Constantinopla, viendo el desapego de Wamba a ser rey, aprovechó por la noche, pues parece ser que Wamba era aficionado a las infusiones, para darle esparteína dentro de la infusión que tomara. La esparteína es una droga que le pone muy grave y parece que se va a morir. En ese momento el arcediano de Toledo Julián, que luego será arzobispo, le tonsura, le da la bendición, le encomienda a Dios, le hace la coronilla y a partir de ese momento, las leyes godas prohibían que ningún clérigo pudiera gobernar. Entonces Wamba, cuando se despierta, que no muere, sencillamente le habían envenenado, piensa que esa es la ocasión para largarse de donde él no quería estar. Conoce el monasterio de San Vicente, que había sido fundado por un antecesor suyo, por Recaredo pocos años antes, sabe que ahí hay un monasterio tranquilo y se retira a ese monasterio en el 680. Ese es el envenenamiento, la traición y la tonsura. - Es Pampliega no. - Si, perdón es el monasterio de San Vicente de Pampliega, a 30 km de Burgos antes de llegar por la carretera nacional. - Y por resumir, allí muere. - Allí a los ocho años muere en el 688. Fallece y le entierran en el monasterio de los monjes sin mayor distinción, y gracias a esa sepultura, allí permaneció incluso cuando la invasión sarracena que pasaron por el monasterio buscando los restos de Wamba, no los encontraron porque estaba a la puerta de la iglesia, en el cementerio, en el suelo, e incendian el monasterio pero los restos de Wamba se mantienen allí. A continuación viene la historio de Alfonso X el Sabio que es el que ordena en 1274 trasladar los restos de Wamba de Pampliega a Toledo porque dice que allí no había monasterio ni iglesia de tanta clerecía como el merecía. No es cierto, si que había iglesia del monasterio, estaba deteriorada, pero se ha conservado hasta mil setecientos y pico, otros quinientos años más, y el monasterio pues si, seguramente que los restos que quedaban no eran muy importantes, pero lo cierto es que Alfonso X el Sabio se lo llevó a Santa Leocadia de Toledo, la que estaba junto al alcázar, y allí permanece hasta que en 1808 las tropas francesas, en la invasión, entran en el alcázar y saquean todo el entorno, entre ellos la cripta de Santa Leocadia, del convento de los Capuchinos, que es donde estaba la cripta, y violan las sepulturas de Wamba y Recesvinto buscando tesoros. Ese es un error del rey Sabio, es un error sabio, que habiéndoselo llevado y exhibiéndolo a las invasiones lo que consigue es que espolien esas sepulturas. Allí está hasta 1845 en que la Comisión de Monumentos gestiona el traslado de esos restos que habían recogido, porque estaban habían esparcido por el suelo, los trasladaron a la catedral de Toledo, y ahí es cuando Isabel II dice si, hasta que se se encuentre una sepultura como le corresponde. Han pasado 170 años desde 1845 y todavía no se les ha dado sepultura, están insepultos, hasta el punto de que no solo no se les ha sepultado, sino que encima se les ha exhibido en una exposición museística en el Museo de Santa Cruz en 2007, que llevaros allí la urna con los restos mortales y no entiendo que mérito tiene la exposición museística con tesoros, con joyas y con armas, para llevar unos restos mortales; cuando estaban pendientes de sepultar, no pendientes de exhibir. - Pues, como decíamos, ya en marzo de 2014 el Ayuntamiento de Pampliega solicitó al arzobispado de Toledo la entrega de los restos de Wamba, en cumplimiento, dicen, de la última voluntad del visigodo, y ahora en 2017 también van a buscar la ayuda de la Casa Real para logarlo. Veremos a ver en queda esto, Germán Lafont, historiador y portavoz del Ayuntamiento de Pampliega. Muchísimas gracias por habernos acompañado y por arrojar luz histórica sobre este asunto y sobre este personaje que de momento está aquí en la Catedral de Toledo. - Un comentario final. La semana pasada he publicado, ya está a la venta, una monografía sobre el rey Wamba, se llama “Wamba, vuelve a Pampliega”, que es una petición, en la que están resumidas en 76 páginas todos los avatares desde el comienzo de Recaredo pasando por los reyes, Wamba, el traslado a Toledo y las últimas noticias que espero que sean esclarecedoras para el que tenga alguna duda, tanto de la Casa Real, como de quien sea interesado en el asunto y es otro resumen de la historia, que es muy compleja, pero creo que ahí esta bastante actualizada y resumida. - Germán Lafont, ha sido muy amable, muchísimas gracias. - Muchas gracias a ustedes.
El periódico digital de Burgos Burgos, 06 de agosto de 2017 - 22:25 Germán Lafont pone negro sobre blanco la historia de Wamba y su vinculación con Pampliega El experto ha publicado un libro que recoge la documentación histórica sobre la que se basa la reclamación de los restos del rey godo Es un tratado histórico muy documentado, pero ameno, con anécdotas como la protagonizada por Fernando III y su negativa a pisar los restos de Wamba Pampliega ha publicado en el BOE el anuncio para buscar descendientes o entidades con derecho sobre los restos y prepara el escrito para Casa Real
Cuadro La tonsura del rey Wamba, de Joan Brull y Vinyoles. BC Patricia Carro | 6/08/2017 - 11:12h ‘Wamba, vuelve a Pampliega’ es el título de la última publicación de Germán Lafont, experto historiador, además de arquitecto, que ha ayudado al Ayuntamiento de Pampliega a reclamar a Toledo los restos del rey godo. Se trata de una monografía que recoge los hechos más relevantes relacionados con Wamba y Pampliega, entre el año 300 y el actual 2017, con la que Lafont pretende poner negro sobre blanco la vinculación del rey con el municipio burgalés, para que aquellos que tengan que resolver la reclamación de los restos tengan “todas las piezas del rompecabezas”. Es un tratado de historia muy documentado pero ameno, ha asegurado Lafont, quien reconoce que su primera publicación sobre la historia de Pampliega era un “ladrillo”. En esta se incluyen citas originales, documentos históricos, latines… pero también anécdotas divertidas. El hilo conductor es Wamba y, para hacer más fácil la comprensión del texto, se ha optado por un orden cronológico, arrancando con el martirio de San Vicente soldado, en Pampliega, y la fundación del monasterio al que se retirará Wamba en el 680. Wamba en el Monasterio de San Vicente de Pampliega. BC El rey godo recaló en Pampliega tras ser enveneado y desterrado de Toledo, y escogió para sus retiro, y posterior “descanso eterno” el Monasterio de San Vicente, fundado en el 595 por Recaredo, en honor al mártir local. Al fallecer, en el 688, sus restos fueron enterrados en la entrada a la ermita del monasterio, en una tumba muy sencilla, lo que sirvió de base para una de las anécdotas más llamativas de la trama, ha explicado Lafont, y que protagonizó Fernando III el Santo en el 1244. El monarca visitó el Monasterio de San Vicente porque quería conocer dónde reposaban los restos del godo y, cuando le dijeron que acababa de acceder a la ermita pisando la tumba, se negó a salir por la misma entrada. Así que Fernando III quedó encerrado en el edificio hasta que construyeron una puerta que le permitiese salir sin pasar por encima de los restos de Wamba. El episodio lo presenció su hijo, Alfonso X el Sabio, y podría ser el origen de lo que los vecinos de Pampliega consideran un “expolio histórico”. “Expolio” Germán Lafont afirma que al monarca se le quedaron grabados estos hechos en la memoria y quiso cumplir con la voluntad de su padre de dar una sepultura más digna al godo, de ahí que en el 1274 se llevase, con nocturnidad y alevosía, los restos a Toledo. El experto insiste en que no había motivos que justificasen el traslado, pues si bien es cierto que ya no quedaba el monasterio, arrasado por los sarracenos en el 711, se mantenía la ermita y la tumba de Wamba estaba intacta, habida cuenta de que pasaba desapercibida. Además, la voluntad del rey era descansar en Pampliega, y así lo demuestra el hecho de que sus descendientes respetasen la sepultura. Cuando Wamba falleció, gobernaba su sobrino Égica y “si hubiera querido ser sepultado en Toledo solo habría tenido que hacérselo saber a su sobrino”, ha apuntado Lafont. También el hijo de Égica, Witiza, que le sucedió en el trono, respetó la sepultura, y fue Alfonso X el que 586 años después cometió el “error” de llevarse los restos a Toledo, donde llevan 172 años insepultos. Los restos de Wamba se conservan, juntos pero no revueltos, con los de Recesvinto. BC Germán Lafont ha recordado que los huesos recalaron inicialmente en la cripta de Santa Leocadia, pero fueron profanados por las tropas francesas en el 1808, y acabaron trasladados junto con los de Recesvinto a la Catedral de Toledo. La Comisión de Monumentos autorizó el traslado en 1845, pero como algo provisional hasta que se diera sepultura a los restos. Sin embargo, en Toledo continúa Wamba, en una urna en el relicario de la Catedral, bien custodiado, ha asegurado el Cabildo Catedralicio. La monografía finaliza con las últimas noticias sobre la reclamación del Ayuntamiento de Pampliega, que acaba de publicar en el Boletín Oficial del Estado un anuncio en busca de descendientes o personas e instituciones que crean tener derechos sobre los restos, a fin de tener controladas futuras reclamaciones. Mientras, se trabaja en el envío de un escrito a la Casa Real para que medie en su reclamación ante Toledo, habida cuenta de que el Cabildo considera que son los descendientes o la Casa Real los que deben tomar una decisión sobre la ubicación de los restos.
http://cadenaser.com/emisora/2017/12/12/ser_toledo/1513101856_357525.html
SER Toledo HOY POR HOY TOLEDO Pampliega pide ayuda a Felipe VI para sacar los restos de Wamba de la Catedral de Toledo La localidad burgalesa apela al rey Felipe VI, como sucesor moral del rey visigodo, para que ordene el traslado de las reliquias de Wamba, de la catedral de Toledo a Pampliega
Imagen del municipio burgalés de Pampliega / German Lafont Toledo Pampliega, municipio burgalés de apenas 300 habitantes, encierra en sus murallas una Historia de siglos que nos traslada a tiempos de los reyes Godos. Allí se proclamaron reyes, y allí fueron a morir otros. Es el caso de Wamba, sucesor de Recesvinto, que a finales del siglo VII vivió sus últimos días en la comarca del Arlanza. Más allá de las misteriosas circunstancias que rodean su muerte, el propio monarca exhibió su deseo de reposar para siempre allí, donde recibió sepultura. Sin embargo, a través de los siglos sus restos acabaron en Toledo, primero en la iglesia de Santa Leocadia (junto al Alcázar), y después en la Catedral Primada donde todavía hoy reposan. En SER Toledo hemos hablado con los pampliegueños que piden su retorno a Burgos. Los mismos que han apelado al rey Felipe VI, como sucesor o heredero moral del rey Godo, para que ordene el traslado de las reliquias.
Después de tantos traslados y expolios, pocos restos deben quedar de Wamba, única víctima de los despropósitos humanos. En el Cementerio de Pampliega estuvieron 586 años, sin que nadie le molestara, ni siquiera la invasión Sarracena en el año 711. No es serio que ahora volvamos a cometer otro error Salomónico más, repartiendo ese "trofeo” entre Toledo y Pampliega. Si en Toledo traicionaron, envenenaron y destronaron a Wamba, si Alfonso X lo llevó a Toledo "a enterrar" solo por cumplir un deseo de su padre Fernando III el Santo, si en Toledo expoliaron su tumba los franceses, y Toledo no quiere darle sepultura definitiva, como mandó Isabel II hace 170 años, y prefiere exponerlo en el Museo de Santa Cruz a los turistas; ya es hora que el Ilustre Cabildo de la Catedral Primada de Toledo entienda, por un sentimiento de caridad Cristiana, y respeto de la última voluntad del Santo Wamba, que procede humildemente darle sepultura definitiva en la Iglesia Parroquial de Pampliega, dando cumpliendo a un derecho y a una obligación, que debe ser ejecutada sin más demora, el derecho fundamental a una sepultura digna, Ley Orgánica 7/1980, de 5 de julio, de Libertad Religiosa. ¿Como vamos a justificar ahora que una reliquia sea expuesta en Pampliega y otra en Toledo? Pampliega, 12 de marzo de 2017
Primero. Nadie debería manipular con argumentos filosóficos el cumplimiento a la última voluntad del rey Wamba de estar sepultado en Pampliega. Cuando Wamba fallece en Pampliega el año 688, era rey de España Égica, sobrino suyo, por lo que si Wamba hubiera querido estar en Toledo, solo tenía que hacérselo saber a su sobrino. Segundo. Wamba no tuvo mujer ni hijos, por lo que no existen descendientes directos suyos. De los descendientes colaterales, después de 1329 años, no existe ninguno que pueda acreditarlo. Y si lo hubiera, siempre prevalece la voluntad del difunto: "Prior in tempore, potior in iure" Tercero. Toledo, la ciudad que le traicionó, que le envenenó, que le tonsuró; Toledo que fue cómplice del error cometido por Alfonso X exponiendo su sepultura al expolio de las tropas francesas en 1808, y Toledo que lleva 209 años sin dar sepultura a Wamba, no es el lugar que el eligió para descansar. Quien suscribe, nacido en San Vicente de Pampliega, me declaro descendiente de Wamba. Pampliega, 23 de mayo de 2017
Pampliega reclama los restos del rey Wamba para sepultarlos en la localidad donde el quiso tener su descanso eterno.
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Saludos
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